El día 4 de octubre de 2011 se presentó en la web de la University Park de Pensilvania un estudio publicado en la revista Obesity y avalado por científicos que muestra como la inclusión del consumo de té verde en las dietas es un buen aliado para luchar contra la obesidad, reduciendo la velocidad en el aumento de peso.
El estudio consistió en alimentar a dos grupos de ratones siguiendo una dieta con un elevado contenido de grasas. A uno de los grupos además se le suministró un componente que se halla presente en la composición del té verde. Joshua Lambert, del College of Agricultural Sciences, descubrió que los ratones que tomaban el suplemento de té verde ganaban peso de manera mucho más lenta.
Los investigadores publicaron los resultados, mostrando que los ratones que fueron alimentados con una dieta alta en grasas y el compuesto EGCG (epigalocatequina-3-galato), encontrado en en la mayoría de los tés verdes, redujeron en un 45% la velocidad en el aumento de peso.
Nuestros resultados sugieren que si se complementa la dieta con té verde o EGCG, se gana peso más lentamente
Joshua Lambert, del College of Agricultural Sciences
También se descubrió que los ratones alimentados con el suplemento de té verde tenían un aumento de casi el 30% de lípidos en las heces, lo que sugiere que el EGCG limita la absorción de grasas. Al parecer además de disminuir la capacidad de absorción de grasa, el EGCG aumenta la capacidad de “utilizarla”.
El té verde no parece afectar al apetito. Ambos grupos de ratones consumieron la misma cantidad de alimento, teniendo ambos disposición total de éste. La única diferencia es que un grupo se alimentaba con un batido de leche y el otro con un batido de leche con té verde.
Cuando aplicamos los datos obtenidos a las personas, una persona debería tomar 10 tazas de té verde al día para obtener la cantidad de ECGC equivalente a la de los ratones, pero Lambert comentó que recientes estudios han demostrado que una cantidad inferior también ayuda a controlar el peso, de hecho, el consumo de una o dos tazas diarias sería suficiente si se compara con personas no consumidoras.
Lambert, que trabajó con Kimberly Grove y Sudathip Sae-tan, ambos estudiantes de postgrado en Ciencias de los Alimentos, y Mary Kennett, profesora de Veterinaria y Ciencias Biomédicas, comentaron que otros experimentos realizados con ratones delgados mostraron los mismos resultados (menor ganancia de peso), pero que el estudio con ratones obesos es más interesante porque la mayoría de personas se plantea cambios en la dieta cuando se dan cuenta de los problemas de salud asociados a la obesidad.
The National Institutes of Health apoyan este trabajo.