Muchos de vosotros conocéis las propiedades de los tés: efectos antioxidantes, reducen el riesgo de enfermedades cardiovasculares, mejoran el riego sanguíneo, reducen el colesterol… Pero también sabéis que la teína tiene efectos estimulantes y que no a todo el mundo le sienta bien. ¿Qué pasa con infusiones como manzanilla, menta poleo o hibisco?.
No os preocupéis, unos estudios publicados en la revista Agricultural Research (en 2011) muestran que también las infusiones tienen propiedades que deben estudiarse más a fondo. Un grupo de investigadores del Centro de Investigación para la Nutrición Humana Jean Mayer, de la Universidad de Tufts (EEUU) revisó las propiedades de tres conocidas «infusiones» como son la manzanilla, la menta y el hibisco.
Descubrieron que la manzanilla, además de tener efectos calmantes (dolores), también tiene efectos antimicrobianos y evita el «agrupamiento» de plaquetas en el riego sanguíneo. Es además digestiva, ligeramente diurética, antiinflamatoria y sedante (nerviosismo e insomnio, por ejemplo).
La menta también tiene efectos antimicrobianos, además de efectos antivíricos y antioxidantes. Ayuda también a luchar contra alergias. Después de las comidas facilita la digestión y evita flatulencias, es relajante intestinal, descongestiona las vías respiratorias, es antitusiva (faringitis o asma) y anticoagulante.
El hibisco demostró ser efectivo para lograr una reducción de la presión arterial en paciente hipertensos. También es útil frente a problemas digestivos (irritación o inflamación de las mucosas). Rebaja la fiebre e incluso fortalece las raíces del cabello.